Es que estos días en un increscendo molto vivace Uruguay parece haberse transformado en una platea mirando ese gran escenario que es la hermana república, donde pasa de todo y los personajes entran y salen de escena en forma permanente.
Mejor que los Siete Días que conmovieron al mundo los uruguayos lloramos a Alfonsín (como si fuera uno nuestro dijo Sanguinetti),la gozamos con Bolivia, sobretodo por el DT argentino (tan alcahuete del Evo), nos emocionamos con las Malvinas (recordando a José Germán),maldijimos a Baldassi, vimos como también
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En la mañana del viernes, nuestra prensa, sus periodistas, los políticos, los politólogos, y el público (por SMS) parecía una manada de lobos ahuyándole a una luna, distante, fría e inalcanzable.
En el blanco de las iras cayeron todos, inclusive el nazismo, la UBS, Guantánamo, Cristóbal Colón y todo lo que viniera del Primer Mundo, sálvandose creo, John Lenon y la Madre Teresa.
Argentina y Brasil, tampoco se salvaron.
Fuimos durante unas horas el vivo retrato del enano gruñón como nos calificó Veja.
Es de destacar la grandeza de nuestros políticos que patrióticamente llamaron a unir fuerzas y no aprovechar el momento para sacar réditos políticos, aunque no perdieron la oportunidad de enviar algún golpe bajo a sus rivales actuales o futuros...
Ahora como se dice popularmente andá a llorar al cuartito ,ya perdimos dos puntos en Santiago y la virginidad en la Ocde.
A uno le extraña nuestra incapacidad para manejarnos con el exterior, como hace tanto tiempo nos venimos peleando con los Kirchner y como hace nueve años que no ganamos un partido arbitrado por jueces argentinos(o algo así).
Como dijo un oyente en un programa que escuché: es hora de renovar el plantel de roca moras...
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Mientras tanto el Ministerio de Turismo podría empezar a publicitar la frase del título: ¿ Somos un paraíso, viste? ,al fin al cabo ¿no dicen que toda crisis es una oportunidad?.
Un cordial saludo de
El pobre angelito
N.de R.: Vale aclarar que este texto llegó a redacción durante la jornada del viernes 3, cuando aún Uruguay figuraba en la Lista Negra de la OCDE.