Es una actividad un poco más compleja que abarca a todas las áreas del turismo y a la industria de los accesorios. Y para eso;¿qué mejor que conocer al jugador de Golf?.

El golf es un deporte que tiene más de 700 años de historia, pero es a partir del siglo XX que ha sido difundido por todo el mundo.
 
En los últimos años, con la ayuda de la tecnología y fundamentalmente con la de los medios de comunicación; es que se ha transformado en un deporte de masas.

Cabe destacar que este crecimiento se ha visto apoyado con la aparición del fenómeno del marketing, la comunicación y por supuesto el golf de Tiger Woods, así como otros profesionales en menor escala de su misma generación.

Este creciente interés por el deporte, ha generado y desarrollado una industria en pleno crecimiento tanto a nivel del entretenimiento en sí mismo y de la práctica del deporte, como todo lo relacionado a la industria de los accesorios de golf.

Entendamos un poco más del golfista, sobretodo en los motivos que le impulsan a trasladarse. Generalmente en estas latitudes, un golfista promedio es socio de un club, cosa que no sucede en Estados Unidos ya que ser "member" de un club es algo muy codiciado.

Muchas veces el jugador tiene su grupo de amigos o compañeros que forman su Foursome, con los cuales practica habitualmente entre semana o los fines de semana en los torneos de la institución a la que pertenece.

Pero no siempre se atan a su club y ahí es que encontramos la clave de un buen jugador y del desarrollo de su juego. Este interés no solo le lleva a practicarlo en su ciudad de origen, sino que a recorrer distintas canchas de golf a nivel nacional e internacional. Es por esto que se ha generado y se puede hablar de un turismo relacionado con el deporte.

Dichos motivos lo impulsan a trasladarse no solo para competir sino que para conocer otros campos y enfrentarse a nuevas dificultades que pese al resultado del juego, contribuyen a la mejora y búsqueda de solución de nuevos problemas a la hora de una nueva ronda.

Si se lo ve desde el punto de vista económico, el turista del golf es generalmente de medio o alto poder adquisitivo, él cual no viaja solo, sino que lo hace con toda su familia, siendo por estos motivos uno de los tipos de turistas que gasta más en su destino.


En definitiva, la experiencia en distintos escenarios es parte fundamental para un golfista, tanto para su juego como por la esencia del deporte.

Uno de los elementos caracterizantes de este deporte es que no hay dos canchas de golf iguales en todo el mundo, es por este motivo que los jugadores de golf, amateur o profesionales, buscan continuamente en toda su carrera deportiva conocer la mayor cantidad de canchas posibles y de jugar los torneos más representativos en cada una de ellas.

Hay distintos motivos por los cuales un jugador de golf se traslada. Según mi experiencia y observando el modus operandi de la actividad y de sus integrantes, es que se podría realizar una primera clasificación, en donde se separa el turismo de golf en directo e indirecto.

El directo es cuando una persona contrata u organiza un viaje con su mayor interés enfocado en el golf. Y el indirecto es cuando viaja por otros motivos como ser viajes de negocios, pero una de las actividades que realizará en el país de destino será la práctica del golf o acompañar a un golfista.

A continuación se enumerará una pequeña sub-clasificación de los motivos del Turismo Golfístico en forma directa:

1.    En el caso de profesionales, hay todo un movimiento de competidores que se desplazan todas las semanas entre distintas ciudades para jugar los torneos que en ellas se organizan.
2.    Los amateurs que viajan para asistir a ver los torneos de profesionales.
3.    Los que eligen los resorts u hoteles que tienen cancha de golf o convenios con alguna.
4.    Los que viajan a jugar torneos organizados representando a su país o enviados por una empresa privada
5.    Los que viajan solo por el hecho de conocer y en lo posible jugar en un campo de renombre internacional.

Es por todos estos motivos presentados que el turismo del golf se ha tornado en todo un negocio.

El Uruguay no puede escapar a esta creciente demanda, y debe buscar la cooperación de todos los involucrados, así como también en forma específica, el fomento de la construcción de nuevas canchas y/o mejorar la calidad de las existentes. Para esto es que se debe tener un modelo de gestión adecuado al Uruguay y a las exigencias de los golfistas nacionales e internacionales.