Somos de los que tenemos
paciencia y pretendemos mantener coherencia.
No nos hemos sumado hasta ahora, a los casi unánimes reclamos por la falta
de seguridad.
Entendemos que el deterioro que ha sufrido buena parte de nuestra sociedad,
a lo largo de los años, para nada es responsabilidad del actual gobierno..
A través de la gestión de los gobiernos anteriores, por desastrosas
administraciones y por una serie de motivos más, los cuales no vienen mucho
al caso enumerar en un medio que se especializa en turismo, se generaron
cada vez más sectores excluidos, brotaron como hongos los asentamientos y
familias enteras se vieron enfrentadas a la disyuntiva de vivir como fuese o
morir de hambre.
No sabemos en que país vivían
los que ya, desde hace unos cuantos meses, a como diese lugar, pidieron y
siguen pidiendo la cabeza del ministro José Díaz.
Si estuviésemos seguros que con el simple hecho de que se fuera el Ministro
del Interior para su casa, se terminaba la inseguridad en el territorio de
todo el país, hacía rato que nos hubiésemos sumado al coro desaforado.
Entre los muchos problemas históricos que tenemos en Uruguay, hay uno, que
para nosotros, es la clave de todos los demás: la falta de políticas de
estado, el no tener la más mínima idea del modelo de país que queremos y por
ende, así andamos, solucionando lo urgente , o lo que es peor, intentando
solucionarlo.
Si por ejemplo, como debería haberse hecho, hace mucho tiempo hubiésemos
llegado a la conclusión que Uruguay es un país de turismo, instantáneamente
nos hubiésemos percatado que la seguridad era un estatus imprescindible para
afirmar el concepto.
Para ser más claros: la
inseguridad es para el turismo lo mismo que la aftosa para la ganadería ¿
nos siguen?.
El martes pasado, en el city tour regular de la empresa Transhotel, cuando
el ómnibus realizaba una parada de rutina en el Cerro, una turista
norteamericana fue atacada, herida y hurtada. Como corresponde, la empresa
denunció el hecho en la policía, dio intervención a la policía turística y
en el día de ayer, recibió la comunicación que a partir de la fecha, cada
vez que el ómnibus de Transhotel ingrese a la zona del Cerro para cumplir
con esa parte de la visita de la ciudad, será escoltado por una unidad
policial...
Por un lado, la medida habla de
buena intención, de hacerse eco del problema, de preocupación para que no
vuelva a ocurrir.
Ahora, de cara al mundo, pensando en Uruguay como un país en serio, con
pretensión de incluirse en el mapa del turismo internacional, ¿ cuál es la
imagen que transmitiremos ?, ¿ estaba muy errado el procesado Cr. Zaindestat
cuando habló de república bananera?