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Lunes, 20 Julio 2009 03:36

Competitividad de los destinos turísticos V. Factores tangibles que inciden (continuación)

por Miguel Ángel Acerenza
desde México
    
VENTAJAS COMPETITIVAS DE LOS PRODUCTOS Y SERVICIOS
Como lo mencionáramos en un artículo anterior, para que los productos y servicios que ofrece el destino puedan competir con éxito en los mercados, deben satisfacer las motivaciones y los requerimientos de los turistas que se quieren captar, ser accesibles en el aspecto económico a los diferentes niveles de ingresos de esos turistas, y contar además, con poder competitivo ante las ofertas de los destinos competidores.




El primero de esos requisitos se relaciona con la adecuación permanente de los productos y servicios a las necesidades de los distintos segmentos de mercado hacia los cuales va dirigida la oferta, y el segundo y tercero tienen que ver ya con los niveles de precios a los cuales esos productos y servicios son ofrecidos.  En ambos casos se debe buscar el desarrollo de ventajas competitivas ante las ofertas de los destinos competidores, por lo que en los siguientes puntos se comentarán las acciones que pueden llevarse a cabo para el logro de esas ventajas.

Adecuación permanente de los productos y servicios a las necesidades de los distintos segmentos de mercado

Tanto el alojamiento hotelero y para hotelero, como las facilidades y atracciones turísticas que ofrece el destino en sus productos, deben adecuarse a cada segmento de mercado.  Esta adecuación tiene que efectuarse teniendo en cuenta que las exigencias de los distintos segmentos varían con la edad, las posibilidades económicas y el tipo de actividades turísticas y recreacionales que cada uno de ellos realiza durante su permanencia en el lugar.  Seguidamente algunos comentarios al respecto.
    


Adecuación de los servicios de alojamiento
   
El producto que ofrece el destino debe considerar una amplia gama de opciones  de alojamiento, tanto hotelero como para hotelero, que satisfaga las necesidades de hospedaje para turistas de diferentes niveles de ingreso (alto, medio y bajo).
   
Para poder ofrecer esa amplia gama de opciones, la adecuación de los servicios de alojamiento a los distintos segmentos de mercado tiene que ser permanente, en función de la preferencia que  vayan mostrando los turistas por las distintas categorías de hoteles y otros tipos de alojamiento.

Adecuación de las facilidades y atracciones turísticas

Las facilidades y las atracciones turísticas forman parte integral del producto turístico del destino, y tienen como propósito hacer que los distintos tipos de turistas que visitan el destino, puedan llevar a cabo, de acuerdo con sus preferencias, las actividades turísticas y recreacionales que le permitan disfrutar al máximo su permanencia en el lugar.

Lo inadecuado de esas facilidades o, llegado el caso, la ausencia de las mismas, impide que los turistas puedan disfrutar plenamente su estadía en el sitio afectando el nivel de satisfacción de su visita, lo cual incidirá de manera desfavorable en la competitividad del destino.   El destino debe identificar por tanto, los principales segmentos de mercado que lo visitan, e investigar las actividades que éstos realizan durante su permanencia en el lugar, para poder adecuar así las facilidades y atracciones que ofrece a los requerimientos de cada uno de ellos.

Adecuación de los precios de los productos y servicios

Dada la alta elasticidad al precio que caracteriza en general a la demanda turística, cualquier variación significativa en el costo de los productos y servicios que se oferte, tiene una gran influencia en la selección del destino turístico por parte de los turistas, sobre todo en aquellos destinos cuya oferta es poco diferenciada como es el caso de los destinos de sol y playa.  Es un hecho que, en términos generales,  el turista compara precios antes de tomar la decisión de viajar, y elige la opción más económica.


El precio por tanto, constituye uno de los factores más importantes que incide en la competitividad del destino.   Es por ello que la competitividad en precios debe ser objeto de una preocupación constante si se desea lograr un flujo sostenido de turistas hacia el lugar.

Especial atención debe prestarse entonces a los efectos que puede tener la paridad monetaria del destino con los países emisores y con los destinos competidores, así como las fluctuaciones de precios que se produzcan en los mercados como consecuencia del ambiente competitivo existente en los mismos

La disparidad monetaria y sus efectos sobre las corrientes turísticas es algo bastante conocido en los estudios económicos del turismo.   Se  trata de un efecto recurrente, en otras palabras, que reaparece cada vez que se produce un diferencial de precios entre el país receptor de turismo y los países emisores.

El diferencial de precios entre el país receptor y los países emisores, incluso con los países competidores, constituye una amenaza constante sobre la competitividad de los destinos turísticos, razón por la cual es un aspecto que debe ser objeto de una atención permanente.

En ese sentido, es conveniente recordar que en turismo, como en cualquier otra esfera de los negocios, existen períodos de “vacas gordas” y períodos de “vacas flacas”. Los periodos de vacas flacas para un destino turístico se dan precisamente cuando la paridad monetaria le es desfavorable y aumenta los costos de viajes para los turistas.  En esos casos poco puede hacerse para recuperar el equilibrio entre la oferta y la demanda mediante esfuerzos de publicidad y promoción turística.  Se debe actuar sobre la política de precios de los productos y servicios que ofrece el destino para poder restablecer la competitividad.

De la misma forma como los prestadores de servicios, en especial los hoteleros, incrementan sus precios cuando la paridad les favorece, deben reducir los precios cuando la paridad los desfavorece.   Es necesario comprender que ante una paridad monetaria desfavorable, se tiene que sacrificar algo de rentabilidad económica de explotación para poder competir y mantener niveles de ocupación que permitan la sobrevivencia de las empresas en periodos difíciles.  No se debe olvidad que la sobrevivencia es uno de los objetivos básicos de todo negocio.

Ahora bien, el mantenimiento de un nivel competitivo en materia de precios, requiere que el destino mantenga un sistema de información sobre los niveles de precios de las ofertas de los destinos competidores en los mercados emisores prioritarios, a los efectos de alertar a sus prestadores de servicios turísticos  sobre las  condiciones de competencia imperantes en dichos mercados, de tal manera que ellos puedan ajustar los precios de sus productos y servicios a la realidad de la situación competitiva existen en los mismos.   De no contar con esta información, los prestadores de servicios turísticos pueden encontrarse en desventajas frente a las ofertas de sus competidores en los referidos mercados, y el destino verse afectado por una disminución en la captación de turistas hacia el lugar debido a que sus productos resultan más caros que los de los destinos competidores. 
   
En los próximos artículos nos ocuparemos de los factores intangibles de la competitividad.